domingo, 10 de octubre de 2010

1

-¿Por qué?
-¿Por qué qué?
- Por qué te engañas, sabes que lo estropeaste, ¿tanto te cuesta pedir perdon y rectificar?
-No es eso...
-Entonces, tienes miedo a afrontar el que te diga no, yo ya no te quiero y por mucho que lo intentes no vayas a conseguir nada.
-No tengo miedo solo pienso...
-¿Qué?
-Que es imposible nunca se podra llenar un vaso que se ha roto, y yo fui el que rompi el vaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario